El verano es una época agresiva para los compresores de aire y las instalaciones de aire comprimido, ya que las altas temperaturas pueden ocasionar averías de alto coste, o agravar algunas que ya existieran. Es esencial tomar medidas preventivas para proteger y mantener adecuadamente estos equipos, asegurando un rendimiento óptimo y prolongando su vida útil.
¿Qué puede hacer que nuestro compresor se sobrecaliente?
Además del calor de verano, hay otros factores que pueden empeorar esta situación. Para que no alcance altas temperaturas el compresor debe estar bien ventilado, por lo que si no se disipa bien el aire caliente propio del funcionamiento de la máquina podemos generar una avería.
Una mala previsión en el mantenimiento puede hacer que nos encontremos con otros inconvenientes que nos podríamos haber ahorrado. Por ejemplo, un factor clave es el estado del aceite. Con el paso del tiempo y del uso el aceite pierde sus propiedades, y esto puede acelerar el desgaste de los componentes.
Si percibes que tu compresor de aire actúa de manera inusual, o directamente no arranca, es recomendable revisar tanto los equipos como la instalación.
¿Cómo protegemos el compresor del calor y las altas temperaturas?
- El compresor siempre de estar en un lugar bien ventilado y con suficiente espacio alrededor. Además, evita ubicarlo cerca de fuentes de calor adicionales, como motores, calderas o radiadores.
- Realiza de manera periódica inspecciones y limpieza de los filtros de aire y enfriadores del compresor. La acumulación de polvo y suciedad puede reducir la eficiencia de enfriamiento del equipo.
- Ya hemos hablado de la importancia del aceite lubricante. Verifica y cambia regularmente el aceite del compresor según las recomendaciones del fabricante. Asegúrate de utilizar el tipo de aceite adecuado y mantenerlo en el nivel correcto.
- Se recomienda la instalación de dispositivos de protección térmica, como interruptores de temperatura, que apaguen automáticamente el compresor en caso de sobrecalentamiento.
- Establece un plan de mantenimiento preventivo que incluya inspecciones regulares, ajustes y reemplazo de piezas desgastadas. Un programa de mantenimiento adecuado puede ayudar a identificar y resolver problemas potenciales antes de que se conviertan en averías costosas.